Lo importante es competir,
fue lo que nos dijo un profesor gordo de Educación Física,
mientras tus ojos se perdían en el bullicio de un recreo,
y nosotros, viles servidores de la inocencia,
perdíamos el equilibrio de lo imposible,
al verte pasar con tu olor a colonia,
perlitas en las orejas
y un misterio tímido en tu mochila de jean.
Aquella mañana,
conocí la incertidumbre
y te sentí desnuda en el futuro de mis brazos.
Aplausos.
ResponderEliminarmuy bueno leo!
ResponderEliminarmás aplausos.
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